Sustentabilidad en concreto: materiales amigables con el medioambiente
18 March 2022
Está más que claro que un buen liderazgo y objetivos bien establecidos aseguran que una empresa realice inversiones sólidas, tenga metas y establezca prácticas de gestión, políticas y códigos de conducta sostenibles, con el fin de satisfacer las necesidades urgentes que se presenten en el tiempo.
ESG (Environmental, Social and Governance), término que se refiere a los criterios adoptados por las empresas para garantizar el compromiso con los temas ambientales, sociales y de gobernanza, ha entrado gradualmente en los folletos comerciales y dicta toda una tendencia, que, si no se sigue, puede significar el ‘entierro’ de una corporación o marca.
Alarmante es la información de un estudio realizado en 2019 por The Economist Intelligence Unit (EIU), la división de investigación y análisis de Economist Group. La pérdida financiera provocada por el calentamiento global podría alcanzar los US$7,9 billones para 2050. La encuesta consideró los países con las 82 economías más grandes del mundo.
Dato: con más de 4.000 millones de toneladas producidas cada año, el cemento representa cerca del 8% de las emisiones globales de CO2 y es un elemento fundamental en la producción del hormigón, el producto más fabricado del mundo.
¿Cómo revertir esta situación? Prestando atención a la importancia de un sistema de clasificación de actividades y métricas socioambientales que contenga reglas para la preservación ambiental, la economía circular y el control de la contaminación.
Pero centrémonos en el hormigón sostenible y todos sus matices y ramificaciones.
Beneficios ambientales y económicos
Los residuos de hormigón tienen un gran potencial para ser reciclados en comparación con otros desechos y una búsqueda rápida sobre el tema en internet es suficiente para darse cuenta de la amplitud que ha ganado el movimiento en los últimos años.
Entre las diversas razones, está la idea que de esta manera se reduce considerablemente el impacto ambiental. De la cantidad de residuos que genera la construcción civil, el hormigón es el que presenta el mayor volumen de material desechado.
Fabio Cirilo, gerente de sustentabilidad y energía de Votorantim Cimentos comenta cómo la empresa ve el tema de la sustentabilidad en las obras. “La sustentabilidad en las obras es una tendencia que se hace realidad todos los días, es un aspecto demandado por el mercado y la sociedad, una fuerte señal de ello es el gran aumento de obras que buscan certificaciones de sostenibilidad. La optimización del trabajo es uno de los motores de nuestra estrategia de innovación en Votorantim Cimentos. Uno de los retos lanzados el año pasado por la plataforma de innovación abierta VC Connect fue la búsqueda de soluciones para los sistemas de obra, construcción y gestión, para realizar las obras de forma más rápida, con menos residuos y menor huella de carbono, reducción de costes y aumento de la productividad. La obra es el punto final de toda la cadena de la construcción civil y también debe absorber proyectos e innovaciones que la hagan más sostenible, ya sea con el uso de nuevos productos o sistemas constructivos”.
“Estamos comprometidos con la optimización de nuestros procesos y el desarrollo de tecnologías para permitir la producción de concreto neutro en carbono para 2050, lo que significa que no hay emisiones de CO2. Para enfrentar el desafío, anunciamos nuestro compromiso para 2030 con tres ambiciosos objetivos globales relacionados con la economía circular: reemplazar al menos el 53% de los combustibles fósiles utilizados por la empresa por combustibles alternativos; reducir la proporción de clínker en el cemento al 68%; y reciclar al menos el 70% del concreto que regresa a nuestras plantas el que debe ser reutilizado en nuevos productos”.
Votorantim Cimentos es parte de varios compromisos que ha asumido el sector y está alineada con los compromisos de la Asociación Global del Cemento y del Concreto (GCCA), que converge con los objetivos del Acuerdo de París y reconoce el desafío tecnológico que existe por delante.
La empresa se sumó a la campaña “Ambición Empresarial por 1,5°C” y ahora forma parte de un grupo de compañías que están comprometidas a transitar hacia una economía baja en carbono, con el objetivo de que las temperaturas globales no suban más de 1,5°C a 2050.
Además, se ha sumado a la campaña ‘Race to Zero’ de la ONU, que promueve y anima a más empresas, gobiernos, instituciones financieras y educativas a unirse y actuar por un planeta más sostenible y con cero emisiones de carbono.
La riqueza del reciclaje radica en el hecho que el hormigón se puede triturar y convertir en arena, grava y otros. Según estudios de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC), alrededor del 2% al 3% de la producción de una planta de hormigón termina siendo desechada como residuo. Es por esto que se recomienda que, en busca de una mayor competitividad, se realice el reciclaje, ya que casi todos los tipos de concreto pueden reciclarse (como el endurecido y el fresco), excluyendo los concretos especiales como el pigmentado o con adiciones de fibra.
Buenos ejemplos
En São Paulo, el proyecto “Recicla Sampa” presta especial atención a los escombros de construcción, y el hormigón a menudo se reutiliza o se desecha de manera adecuada.
En el sitio web de la organización es fácil encontrar propósitos y comprender la preocupación por estos residuos. Para la entidad, la clave del cambio es simple y requiere meros esfuerzos prácticos.
La plataforma “Recicla Sampa” está estructurada en torno a las cinco R: repensar, reducir, reutilizar, rechazar y reciclar. Significan el comportamiento que deben tener los ciudadanos frente a los residuos que producen.
La página informa que en Brasil se producen diariamente 290.500 toneladas de residuos de construcción civil, equivalentes a cerca de 1.050 aviones Airbus A380, el modelo de avión comercial más pesado del mundo, según datos de la Investigación Sectorial de la Asociación Brasileña de Reciclaje de Residuos de Construcción Civil (ABRECON).
Para la entidad, es más que claro que, la industria de la construcción civil, considerado como uno de los sectores económicos más importantes del país, realiza un aporte relevante al producto interno bruto y es responsable de emplear al 8% de la población.
Por otro lado, este sector también es responsable de un importante impacto ambiental, ya sea por el consumo de materiales, energía y agua, o por la producción de residuos que, al ser eliminados de manera incorrecta, comprometen la vida útil de los vertederos y contaminan los ríos y ríos y mares. Con el objetivo de promover el reciclaje de estos residuos y hacer de la construcción civil un sector más sostenible, ABRECON entiende la importancia del reciclaje de estos residuos en dos aspectos: ambiental y social.
“La importancia es social porque genera empleo y genera ingresos. Hoy más de 4.000 personas están empleadas directamente por este mercado. Y es ambiental, porque podemos aumentar considerablemente la vida útil de los vertederos, ahorrar la generación de dióxido de carbono porque las plantas están más cerca de los grandes centros, y también disminuir el consumo de recursos naturales”, explica, Hewerton Bartoli, fundador y presidente de ABRECON.
La institución lanzó el Manual de Aplicación del Árido Reciclado en el Encuentro Nacional de Plantas de Reciclado RCD 2019. El MARE, como se conoce este manual, es el resultado de numerosas reuniones con asociados, depuración de datos e información con el directorio y mucha discusión entre los técnicos del proyecto y los colaboradores.
La herramienta se utiliza para introducir árido reciclado en mesas públicas y difundir la cultura del material en obra pública, especialmente infraestructuras y pavimentación.
El gobierno de la ciudad informó que la tendencia es crear un ambiente de competitividad sostenible entre los empresarios brasileños del sector, reducir al máximo el desperdicio de materiales y reutilizar lo que sea posible. “La construcción civil utiliza diferentes estándares para las certificaciones ambientales, incentivando al sector privado a ser sostenible. Con las certificaciones, la población se beneficia con una garantía de ahorro en el consumo de agua y electricidad durante la vida útil del inmueble, la reducción de costos de condominio, mejores condiciones de confort y salud, mayor valor de los activos en el tiempo y mayor conciencia por el desarrollo sustentable”, explicó.
El Gobierno Municipal, así como el Estatal y Federal, fomentan la construcción sustentable. Para ello implementan programas específicos, en materia de legislación urbanística y políticas fiscales, entre otras medidas que tienen en cuenta la sostenibilidad en los criterios.
Mauro Haddad, gerente de saneamiento de SP Regula, explica cómo funciona el programa. “El concepto de sostenibilidad en la construcción civil significa asegurar que antes, durante y después de la construcción, se tomen acciones que reduzcan los impactos ambientales, mejoren la viabilidad económica y proporcionen una buena calidad de la vida. Es decir, en resumen, que el trabajo sostenible y la reutilización de materiales reduce el uso de recursos naturales. Las ventajas de utilizar estos residuos sostenibles son muchas: reducción del impacto ambiental y del consumo energético ydel uso de materias primas, además de menor desperdicio de materiales, mayor aprovechamiento de recursos, menor generación de residuos sólidos, ahorro en costos de mantenimiento, facilitación de mano de obra, agilidad de procesos, mayor productividad en la construcción, estructuras con más resistencia”.
Concreto verde
En el mercado brasileño LafargeHolcim ofrece el Concreto Verde (EcoPact) de la marca Holcim, con una reducción del 50% en las emisiones de CO2. Ésta es otra iniciativa más de la compañía, en línea con su compromiso mundial de reducir a cero sus emisiones netas de carbono para 2050 y preservar los recursos ambientales para las generaciones futuras.
“El hormigón es el segundo producto más consumido por la humanidad después del agua, y el cemento como principal componente también tiene una importancia fundamental en nuestras vidas. En este contexto, debemos tener clara la responsabilidad del sector de tener cementos con la menor emisión de CO2 posible, así como hormigones que consuman menos cemento, generen menos residuos en las obras y consuman también menos agua”, informó la dirección de la empresa.
Eduardo Sales Ferreira, director de hormigón y áridos de LafargeHolcim, añade que “las ventajas del cemento sostenible están relacionadas con aspectos medioambientales, pero, en muchos casos, también con aspectos económicos. Por ejemplo, muchas de las soluciones sostenibles en la industria del cemento aportan ventajas en la reducción de las emisiones de CO2, pero también pueden ser más viables económicamente ya que el cemento sostenible puede proporcionar una reducción en el consumo para el mismo volumen de hormigón”.
Establecimiento de criterios
Cualquier material utilizado en una obra se considera residuo de la construcción. Como una forma de establecer la forma adecuada para que cada uno de ellos sea reciclado, reutilizado o desechado, la Resolución N° 307 de 2002 del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) establece lineamientos, criterios y procedimientos sobre el manejo y disposición de los residuos. El objetivo es minimizar los impactos ambientales y establecer su clasificación en cuatro categorías: A, B, C y D.
Los residuos clase A son generados en mayor cantidad por las empresas y construcciones, representando del 50% al 70% de toda la masa de residuos en la construcción civil. Ladrillo, teja, arena, mampostería y hormigón son algunos de los productos que pueden reinsertarse directamente en la actividad.
“Esta clase es la más ventajosa en relación con otros residuos, ya que los materiales de esta categoría pueden ser enviados a una planta específica de reciclaje de residuos”, comenta Hewerton.
Los residuos de clase B, por otro lado, son residuos que se pueden reciclar y se pueden utilizar para otros fines, no solo para el mercado de la construcción.
Los residuos de clase C son no reciclables, ya sea porque no existe la tecnología o porque la condición de los residuos hace que el proceso de segregación y clasificación no justifique el valor agregado de los residuos. Según ABRECON, esto sucede porque muchas veces la obra no cuenta con un espacio físico para separar los residuos y termina contaminándolos con otros materiales, o porque no cuenta con los recursos para segregarlos correctamente.
La clase D, finalmente, incluye residuos peligrosos, como aceites, pinturas y disolventes. Estos materiales requieren un cuidado especial en su manipulación, como el uso de equipos específicos.
El proceso de reciclaje de estos residuos se realiza en las Plantas de Reciclaje de Residuos de Construcción Civil. La operación consiste en recibir el residuo, registrar y evaluar la calidad del material, el cual pasa por un proceso de trituración y, posteriormente, granulación, lo que permite la separación de fracciones, dando un destino adecuado a los nuevos materiales. Los residuos se clasifican en arena, grava, cascajo o chorreo y pueden comercializarse como materia prima secundaria dentro del propio sector de la construcción.
Infinitas posibilidades en todo el mundo
Buenos ejemplos no faltan en todo el mundo: en Colombia, en Bucaramanga, se construye el primer proyecto de Vivienda de Interés Social (VIS) con hormigón sostenible Vertua, que busca reducir las emisiones de CO2. En la primera etapa de construcción se utilizaron 1.000 metros cúbicos de hormigón, lo que evitó la emisión de 112 toneladas de CO2 a la atmósfera, en comparación con lo que se hubiera generado con el hormigón tradicional.
Recientemente, Jaime Alberto Chávez, gerente general de Construcciones Zabdi, manifestó que es importante dar a conocer este tipo de proyectos, ya que muestra la evolución deseada en el país y el cuidado del medio ambiente, y es gratificante construir el primer proyecto VIS con Certificación Edge en Santander. “Un proyecto concebido para brindar una solución habitacional digna, diseñada para brindar calidad de vida a sus propietarios y con una excelente ubicación en la ciudad, en un sector de gran desarrollo urbanístico”, dijo.
Por su parte, Alejandro Ramírez, presidente de CEMEX Colombia y Perú, reiteró que “Vertua representa un paso definitivo hacia un sector de la construcción sustentable que contribuya a las acciones globales contra el cambio climático”.
Mientras tanto, en Canadá, CarbonCure busca reducir las emisiones de dióxido de carbono de una manera muy diferente. La startup canadiense ha desarrollado un proceso denominado mineralización con CO2, que consiste en inyectar dióxido de carbono en la mezcla de hormigón, haciendo que ésta reaccione con los iones de calcio del cemento para formar un mineral de tamaño nanométrico, el carbonato de calcio, que se incorpora al hormigón, aumentando su fuerza.
CarbonCure inyecta CO₂ en su mezcla terminada, donde se convierte en un mineral, mejorando la resistencia a la compresión. Esto le permite optimizar sus diseños de mezcla, reduciendo de manera segura el contenido de cemento y reduciendo la huella de carbono de su concreto, sin impacto en la calidad o el rendimiento.
CarbonCure dice que su tecnología está siendo utilizada por más de 100 productores en América del Norte, en plantas de mampostería de concreto y concreto premezclado en los Estados Unidos y Canadá.