Diagnóstico de activos
18 March 2022
Escrito por Marcelo Bartolomei Pinheiro, gerente técnico de digitalización y tasaciones de Grupo Superbid
El cambio provocado en los procesos industriales, ya sea por el tema de la innovación en los recursos tecnológicos, la comunicación o la demanda de adaptaciones que provoca el mercado, genera muchas incertidumbres sobre cómo las empresas entienden la obsolescencia y aplicación de sus activos.
Son dudas como: ¿Es tiempo de cambiar? ¿Es hora de reformar? ¿Cuál es la vida útil?
Pensemos en cuestiones prácticas: siempre hay novedades, los fabricantes lanzan cosas nuevas todo el tiempo, pero en las empresas hay un ciclo para esas inversiones, que muchas veces se alargan por la coyuntura económica y por la comodidad que se pueda tener en la capacidad de producción actual.
Cuidado con el status quo
Dentro de esta zona de confort, entendemos que esta actitud es siempre peligrosa, pero muy presente, por ejemplo, en las empresas con gestión familiar, donde los cambios se realizan con mayor lentitud que en las grandes productoras/operadoras. Las empresas con este perfil, en especial las pequeñas y medianas, tienden a generar el factor “todo está bien” y agotar toda la capacidad del equipo, pero con un riesgo enorme de que al actualizarlo todo se vea comprometido financiera y tecnológicamente, ya que el capital de recuperación, capacitación, adecuaciones a la producción, operadores capacitados, entre otros aspectos directos.
Muchos escenarios han cambiado rápidamente en los últimos años, no se puede pensar en tener un activo de eterna aplicación, pues su capacidad y calidad deben estar por delante de los deseos del mercado y de su competencia.
Mantener el foco en el diagnóstico de sus activos se convierte en una práctica obligatoria, tanto en cuanto a su impacto en la productividad como en relación con su valor de mercado; la depreciación, que no es solo contable, sino económica y tecnológica; en las mejores prácticas que tenemos con nuestros vehículos, móviles, computadoras e incluso bienes raíces.
¿Cómo se puede realizar esta evaluación?
Siempre es recomendable buscar a un experto del tema, con una visión más amplia del mercado y que tenga en cuenta aspectos como la recuperación, un panorama de las condiciones actuales, aplicación de activos en otros mercados y nuevos perfiles de consumidores. Es fundamental tener en el radar los costos involucrados para un eventual reemplazo, desde la remoción del viejo hasta la instalación del nuevo, para tener el número más confiable. No se deje engañar por una vida útil contable, tenga una visión de la vida útil de una aplicación y tome como parámetros los intereses y transacciones, además de confiar en los canales de venta especializados.
Llevar a cabo la recuperación de capital será otro gran paso, varios temas están en este proceso, como la agilidad, la seguridad y la rentabilidad. Las subastas, especialmente las electrónicas, traen alcance y competitividad; la venta directa trae negociaciones de detalles y procedimientos además del propio equipo; las negociaciones con distribuidores son una base, pero es realmente seguro para el dueño conocer el valor de su activo, condición y costos involucrados para tomar la mejor decisión.
La realidad en los países en desarrollo es siempre más amplia, porque un activo usado todavía puede, muchas veces, ser la palanca de crecimiento para otras empresas en regiones con menor inversión y opciones de modelos, además de satisfacer la necesidad del mercado con repuestos y componentes. ¡Activo usado tiene valor y tiene mercado!.
Los activos usados tienen su valor incrementado con su historial de mantenimiento, uso de repuestos originales, mecánicos capacitados y calificados que mantienen el reemplazo de elementos desgastados, capacitación constante en la operación, además de la presencia de la marca en el mercado es importante, con asistencia y acceso a componentes. Recomiendo valorarlo desde su adquisición, siempre con la vista puesta en su potencial y usabilidad adelante.
Marcelo Bartolomei Pinheiro es gerente técnico de digitalización y tasaciones de Grupo Superbid.