América Latina potencia su conectividad vial

Una de las eternas deudas en la infraestructura latinoamericana está relacionada con su conectividad. La geografía de la región no es sencilla y países como Colombia, con el cruce de tes cordones montañosos, es fiel testigo de esto.

Pero es precisamente esta necesidad la que hace que América Latina cuente hoy con una abultada cartera de proyectos viales que buscan una mejor conectividad.

En este artículo haremos una breve revisión a cinco de los principales proyectos que están en carpeta:

Carretera Central - Perú

Al igual que el Cruce Cordillera Central de Colombia, busca hacer más transitables y eficientes los distintos cordones montañosos que atraviesa Perú y Colombia. Las obras deberían comenzar hacia 2023 e implicarían cerca de US$2.900 millones.

Son 137 kilómetros de una autopista interurbana con cuatro carriles por lado y un tramo de 30 kilómetros bastante accidentado que incluye 93 puentes y 10 túneles. Hay que destacar que este proyecto será realizado bajo el acuerdo Gobierno a Gobierno, donde Francia aportará en el proyecto como asesor técnico de las obras.

La Carretera Central facilitará la integración entre Lima y la carretera Longitudinal de la Sierra y reducirá los tiempos de viaje, ya que hará más expedito el trayecto; a la vez que los grandes camiones podrán subir su velocidad media al doble (60 km/h). Desde el gobierno peruano esperan que estas obras estén entregadas hacia 2030.

Anillo vial periférico de Lima – Perú

Es una autopista de 34,8 kilómetros de largo y tres carriles por lado, que rodeará Lima y se espera se adjudique en junio de 2022. A la vez, hacia finales de 2021 debería estar lista la versión final del contrato de concesión de este proyecto.

Se estima que en total la inversión ronde los US$2.400 millones. Desde la agencia Proinversión suponen que el Anillo Vial sea una alternativa a la vía de Evitamiento para así mejorar la eficiencia del tráfico en la capital peruana. El tramo atravesaría once distritos limeños y uno de El Callao e incluye también 35 pasos a desnivel, 17 intercambiadores viales y dos túneles.

Corredor Interoceánico Brasil - Chile

El proyecto vial que busca conectar puertos brasileros y chilenos es una realidad. El trazado que incluye a Paraguay y el norte de Argentina, debería estar operando desde este 2021, pero aún hay algunos trazados pendientes para que opere de forma íntegra. Se estima que quedaría un 35% de obras por concluir.

Son 2.945 kilómetros de vías que atraviesan principalmente Campo Grande y Puerto Murtinho (Brasil); Carmelo Peralta – Mariscal Estigarribia – Pozo Hondo (Paraguay); Misión La Paz – Tartagal – Jujuy – Salta (Argentina) y Sico – Jama – Puertos de Antofagasta – Mejillones e Iquique (Chile).

Por ejemplo, el puente sobre el río Paraguay sigue en ejecución, además de estar pendientes algunos trazados del lado argentino y las mejoras en la frontera del paso Jama entre Argentina y Chile. En otra ala, más al sur, parte de otro corredor, está el túnel de Agua Negra, que une Chile y Argentina a la altura de Coquimbo y San Juan, respectivamente. Dicha obra está recién en su fase de proyección y financiamiento. Solo este túnel implica US$ 1.500 millones. Más adelante dicho corredor llegaría a Porto Alegre en Brasil.

Puente Salvador-Itaparica – Brasil

Será el puente más largo de Latinoamérica y unirá Salvador de Bahía y la isla de Itaparica; y lo ejecutará un consorcio chino integrado por China Communications Construction Company Ltd. (CCCC), CCCC South America Regional Company y China Railway 20 Bureau Group Corporation.

Tendrá 12,4 kilómetros de largo y reduciría en casi una hora el traslado actual. Se espera que los trabajos demoren de cuatro a cinco años en completar su ejecución. Además, incluye una vía express de 21,4 kilómetros y un acceso a Salvador de 4,6 kilómetros. Todo esto suma inversiones cercanas a los US$ 1.400 millones y la concesión es por 35 años.

BR-101 y 116 en Brasil

Las concesiones brasileras están por todas partes. Entre las mencionadas BR 163/230 y la BR-101 y BR-116, hay varios otros proyectos viales que suman más de US$4.300 millones en inversiones. En particular, la BR-101 y la BR-116 conectan Río de Janeiro y Sao Paulo; la primera de ellas es turística y bordea la línea costera, mientras que la otra es más industrial y usada principalmente para carga y logística. Es fundamental que ambas rutas estén impecables, dado que son las dos ciudades más importantes de Brasil.

Entre ambas rutas, más la BR-230/163 y otros proyectos menores, son mejoras en más de 600 kilómetros como parte de ese paquete licitatorio. El cual, de ver la luz, será la mayor concesión vial de todo Brasil en su historia. El caso de la 116 será una concesión a 30 años y tendrá un sistema de telepeaje para financiar su operatividad y mantención.

Dentro de este pack destacan los trabajos en la BR-381/BR-262, conocido como carretera de la muerte por su cantidad de accidentes a lo largo de sus 670 kilómetros, que requiere US$1.400 millones del total del paquete.