Construcción chilena: un sector clave
12 November 2020
Antonio Errázuriz Ruiz –Tagle es hoy el nuevo presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) para el período 2020-2021. Asumiendo la dirección de la entidad en momentos muy particulares y complejos para Chile y el mundo, CLA conversó con el ejecutivo para conocer sus visiones y perspectivas para el sector.
¿Cuál será su estrategia para sortear el actual panorama?
Es una gran responsabilidad asumir la presidencia de la CChC en los tiempos actuales. Estamos ante una crisis de enormes dimensiones que nos demandará un esfuerzo importante para sacar adelante nuestra actividad y a nuestras empresas socias.
La estrategia para enfrentar este desafío no es otra que la unidad y el diálogo permanente con distintos actores del mundo público y privado, para intercambiar visiones y buenas prácticas, puesto que tenemos grandes tareas por delante para contribuir a reactivar no solo a nuestro sector, sino también al país. Lo primero que hay que hacer hoy en día es reiniciar las obras para recuperar los 400.000 empleos perdidos, de manera directa o indirecta, considerando que estamos preparados para afrontar este escenario con un completo sistema de gestión sanitaria que busca proteger la salud de los trabajadores y trabajadoras del sector, a sus familias y a la comunidad.
Habiéndose dado este primer paso, lo que sigue es que se empiece rápidamente a materializar el plan de reactivación del gobierno –que considera una importante inversión en proyectos de vivienda e infraestructura– y que se cumplan ciertas condiciones de borde fundamentales, como es que se garantice el orden público y exista paz social.
¿Cómo mide el impacto del covid-19?
El impacto se mide de diferentes maneras. Un primer indicador es el número de proyectos paralizados, el que llegó a un peak de 912 a mediados de julio, afectando los empleos de 400.000 trabajadores, y que ha significado para la industria un costo total de US$2.400 millones, debido a la pandemia. Otro indicador es la caída en la incorporación de nuevos proyectos habitacionales, la que alcanzó un 68% anual el primer semestre del año y las ventas inmobiliarias que se contrajeron un 56% anual en igual periodo, entre otros.
En el empleo, el impacto de la pandemia ha sido muy relevante. Hoy uno de cada tres trabajadores de la construcción ha perdido su empleo y existen más de 155.000 trabajadores suspendidos, lo que indudablemente ha afectado a miles de familias.
¿Generará esta pandemia un cambio de paradigma?
La incorporación de nuevas tecnologías y la digitalización de las empresas son desafíos relevantes respecto de los cuales la construcción no puede restarse, no solo por efectos de esta pandemia, sino también porque constituyen avances importantes para introducir mayor grado de productividad en la industria. Para que esto ocurra, sin embargo, se requiere que los profesionales desarrollen las competencias necesarias para que utilicen la tecnología a su favor y reconviertan su forma de trabajar a un nuevo modelo con una actitud de apertura hacia el cambio, la innovación y la mejora continua; en el fondo se requiere de un cambio cultural. Las nuevas generaciones son un gran aporte a ese cambio de mentalidad, que entrega agilidad, flexibilidad y movilidad al sector de la construcción.
¿Qué se espera del plan de reactivación propuesto por la CChC?
Nuestra industria puede jugar un rol de contención y reactivación muy importante por cuanto es un sector crítico para la generación de empleo y otorga dinamismo económico al país. Aporta cerca del 7% del PIB y genera alrededor de 700.000 empleos, datos clave si se considera que es uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Por eso consideramos que la recuperación del empleo es fundamental y es ahí donde hemos puesto foco para lograr la creación de 600.000 puestos de trabajo directos e indirectos en un período de tres años.
En el área de vivienda, la propuesta considera mitigar los problemas de déficit habitacional, allegamiento y la proliferación de campamentos. En tanto, en el ámbito de la infraestructura, plantea la necesidad de asegurar la continuidad de los proyectos en ejecución, elaborar un Plan Nacional de Infraestructura para la Reactivación que involucre iniciativas regionales e impulsar el sistema de concesiones.
Hoy, existe una necesidad urgente y por eso el primer paso en la reactivación es lograr que las obras se retomen y en ese objetivo es fundamental seguir trabajando en pos de una construcción segura, porque es la opción que existe para poner en marcha las obras y volver a ofrecer empleo a los miles de trabajadores que lo necesitan. Como gremio estamos preparados para afrontar este escenario con mucha prudencia y responsabilidad, trabajando siempre de manera colaborativa con los distintos actores público privados que comparten el propósito de materializar la reactivación del país.