¿Cómo hacer frente al déficit de vivienda?

Según la última encuesta realizada por la Fundación João Pinheiro en 2019, el déficit habitacional de Brasil se sitúa en casi seis millones de viviendas.

El déficit de vivienda es un indicador que cuantifica el número de familias que viven en condiciones precarias o que carecen de vivienda.

Por déficit de vivienda se entiende un determinado número de familias sin vivienda o que viven en condiciones precarias de vivienda en una región. Además, también se incluyen en este cálculo los hogares en los que se cohabita y los hogares con elevados costes de alquiler. Imagen: habitatbrasil.org.br

Este índice está vinculado a un área específica, como un barrio, una ciudad, un estado o un país. Por ejemplo, cuando se calcula para Belo Horizonte, el déficit de vivienda puede variar en Contagem y también puede determinarse a niveles más amplios, como para todo el estado de Minas Gerais y el país en su conjunto.

El cálculo del déficit habitacional revela la necesidad de construir nuevas viviendas en las regiones en las que este índice se considera crítico, lo que indica que la mayoría de las familias de esa zona viven en condiciones inferiores a las ideales.

Cálculo

El cálculo del déficit de vivienda implica cuatro componentes, cuya suma proporciona un análisis claro de las regiones que necesitan nuevas viviendas. Este método puede servir de indicador para orientar las inversiones en el sector inmobiliario.

Por déficit de vivienda se entiende un determinado número de familias sin vivienda o que viven en condiciones precarias de vivienda en una región. Además, también se incluyen en este cálculo los hogares en los que se cohabita y los hogares con elevados costes de alquiler. Imagen: habitatbrasil.org.br

El déficit de vivienda persiste a niveles alarmantes en Brasil.

Debido a la temida recesión y a la escasez de inversión pública, el sector inmobiliario se enfrenta a obstáculos considerables en su misión de construir nuevas viviendas en zonas desfavorecidas.

Para colmo, Brasil ha superado a Argentina y se ha convertido en el país más endeudado de América Latina, según revela un estudio del Instituto de Finanzas Internacionales, publicado por el Instituto Millenium.

Las cifras muestran que, desde el año pasado, Brasil ha asumido este liderazgo no deseado, alcanzando el nivel del 85% del Producto Interior Bruto (PIB) en deuda pública.

Después de 12 años sin la principal instantánea de la sociedad brasileña, la primera tanda de datos del Censo de 2022 fue divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía (IBGE) el 28 de junio y mostró que el país tenía un número récord de viviendas deshabitadas. De cada 100 viviendas particulares, 13 están desocupadas. Están en venta, en alquiler, abandonadas o a la espera de ser demolidas.

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São Paulo es el estado que más dispara esta cifra. Los dos millones de viviendas vacías representan el 12% de todas las del estado. Solo en São Paulo, desde el anterior Censo de 2010, el número de casas y pisos sin nadie viviendo en ellos se ha duplicado. Actualmente hay 588.000.

Según el último estudio realizado por la Fundación João Pinheiro en 2019, el déficit habitacional de Brasil asciende a casi seis millones de viviendas. Factores como el crecimiento de la población en las zonas urbanas, los cambios en la composición de las familias y la dinámica de las ciudades impulsada por el sector inmobiliario conforman este escenario y el desafío que supone el déficit de vivienda impacta en muchas familias. Causas de este problema y algunas posibles soluciones:

**Subvención del alquiler:**

- Muchas familias sueñan con tener una vivienda en propiedad, pero el limitado poder adquisitivo impide a una gran parte de la población hacer realidad este deseo. Ofrecer ayudas al alquiler puede contribuir a que la vivienda sea más asequible.

**Reutilización de edificios públicos desocupados:**

- Muchos edificios públicos desocupados están estratégicamente situados en las ciudades. Convertir estos espacios en viviendas puede ser una solución eficaz.

**Alquiler con opción de compra:**

- Este planteamiento permite alquilar una vivienda con la opción de comprarla más adelante, lo que ofrece una alternativa viable a quienes no pueden permitirse comprarla directamente.

**Inversiones en mejoras de la vivienda

- Invertir en mejoras de las viviendas existentes, como renovaciones e infraestructuras básicas, puede contribuir a hacerlas más adecuadas y seguras.

**Aumento de la inversión pública en programas de vivienda

- Aunque programas gubernamentales como Minha Casa, Minha Vida son relevantes, es crucial aumentar la inversión y mejorar estos programas ante el creciente déficit de vivienda.

Abordar el problema

Tres ordenanzas del Ministerio de las Ciudades, publicadas en el Diario Oficial de la Unión, establecen diversas medidas para reducir el déficit de vivienda en el campo y proporcionar más dignidad a las familias. El objetivo es contratar 30.000 viviendas de aquí a 2023, con un mínimo de 200 familias por estado que recibirán asistencia. El resto se distribuirá proporcionalmente al déficit de vivienda rural para poblaciones indígenas y quilombolas, así como a la demanda de vivienda en asentamientos de reforma agraria. Estas medidas forman parte de una nueva fase de Minha Casa, Minha Vida Rural.

Creado en 2009, Minha Casa, Minha Vida Rural (Mi Casa, Mi Vida Rural) funciona gracias a la subvención con fondos del presupuesto federal. Su principal objetivo es proporcionar vivienda a agricultores familiares, incluidos silvicultores, acuicultores, extractivistas, pescadores, pueblos indígenas, miembros de comunidades rurales de quilombos y otros pueblos y comunidades tradicionales que viven en zonas rurales.

Minha Casa, Minha Vida Rural (Mi Casa, Mi Vida Rural) cuenta con un Comité de Seguimiento con el objetivo de promover las condiciones para que las organizaciones que representan a los agricultores y trabajadores rurales y otros organismos gubernamentales puedan dar su opinión y colaborar en la mejora de esta nueva fase del programa.

Garantizar el derecho a la vivienda es fundamental para mejorar la calidad de vida y reducir las desigualdades sociales en Brasil.

Un problema común

En América Latina y el Caribe (ALC), el 33,7% de la población vive en la pobreza. Si a esto añadimos que casi la mitad de los habitantes de la región no tiene acceso a una vivienda digna, nos encontramos ante una situación de emergencia que es necesario resolver.

Cambio de paradigma: hacia la autogestión asistida

Durante el Foro de Vivienda 2022 del Grupo BID, se constató que la demanda de vivienda digna es mayor que la oferta en ALC. Esto es lo que conocemos como déficit habitacional, o falta de vivienda, que puede ser tanto cuantitativo como cualitativo.

En la región existe un déficit habitacional cuantitativo (falta de viviendas) estimado en más de 23 millones de viviendas, y un déficit cualitativo (viviendas en mal estado) de más de 43 millones de viviendas.

Después de muchos años de priorizar la inversión de recursos en la construcción de nuevas viviendas, a pedido de los gobiernos, para solucionar el déficit cuantitativo, el BID está promoviendo proyectos que buscan reducir el déficit cualitativo de viviendas. Creemos que la solución para acabar con el déficit habitacional en la región no es sólo construir más, sino generar las soluciones más adecuadas en las unidades existentes que se encuentran en condiciones precarias.

Este cambio de paradigma va acompañado de diferentes tipos de respuestas, así como de múltiples oportunidades y desafíos para los actores involucrados en la reducción del déficit habitacional. Una de las vías más prometedoras para llevar a cabo esta mejora cualitativa del déficit es un plan de mejora basado en la autogestión asistida. Este tipo de estrategia puede implementarse de diferentes maneras, pero todas tienen un denominador común: un fuerte apoyo financiero para el suministro de materiales y, dependiendo del caso, más o menos apoyo técnico y asistencia para la mano de obra.

El primer paso es aprender de lo que ya se ha hecho

En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe se han llevado a cabo diferentes iniciativas para resolver el déficit cualitativo de vivienda a corto plazo. Estas iniciativas han sido a diferentes escalas, desde la implementación de proyectos a nivel local, o incluso en un solo barrio de bajos ingresos, hasta el nivel nacional.

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Cristian Peters
Cristián Peters Editor Tel: +56 977987493 E-mail: cristiá[email protected]
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