El costo del viento: Entendiendo el clima
12 May 2021
Escrito por Eduardo Estelles.
Con mejores datos y un análisis meteorológico más detallado las empresas tienen una ventaja competitiva. Una mayor duración de un proyecto siempre trae consigo un aumento en los costos y el clima adverso siempre es un factor importante a considerar.
Un día perdido en un proyecto de US$235 millones puede implicar US$294.000 en costos directos como mano de obra, alquiler de equipos y sanciones contractuales.
Sin embargo, considerar el costo del clima adverso solo en términos del tiempo directo perdido sería un error. Los costos indirectos que surgen de incidentes de salud y seguridad, disputas contractuales, pérdida de rentabilidad y márgenes reducidos, los superan con creces.
Este artículo, basado en experiencias obtenidas en el Reino Unido y el Oeste de Europa, analiza cómo el clima, y el viento en particular, pueden aumentar los costos incluso antes de que un proyecto esté en obra. También analiza cómo la inversión en un servicio integral de monitoreo del clima puede reducir el riesgo, aumentar la eficiencia y ayudar a recuperar las pérdidas.
Impacto del clima adverso
En el Reino Unido, el clima prolonga la duración de los proyectos, en promedio, en un 21%. La siguiente tabla muestra cómo las condiciones climáticas adversas reducen significativamente la productividad en seis actividades clave de la construcción: movimiento de tierras, trabajos de encofrado, vertido de concreto, acerías, andamios y pintura al aire libre.
Vale la pena señalar que un viento que supere los 48 - 56 km/h impacta negativamente en la mayoría de estas actividades, si no en todas. El viento, las precipitaciones y las temperaturas extremas pueden causar retrasos en los proyectos, disminuir la productividad y, a veces, detener la construcción. Los contratistas deben evaluar adecuadamente todos los riesgos desde el principio.
Siendo “inteligentes con respecto al clima”, al elegir cuidadosamente la mejor fecha de inicio del proyecto y ajustar los tiempos para las actividades, se puede reducir el tiempo adicional en el sitio debido en aproximadamente un 5,7%, disminuyendo así el riesgo de aumento de costos.
A modo de ejemplo, el gráfico de la velocidad del viento diaria en el Reino Unido durante mayo muestra que tendría sentido planificar las actividades críticas de levantamiento muy temprano en la mañana, ya que la probabilidad de que los vientos dupliquen su velocidad por las tardes es alta.
¿Cuál es el costo del viento?
Consideremos el costo mencionado de US$294.000 por día perdido en un proyecto de 30 meses de duración. Si no se programa siendo “inteligente con respecto al clima”, las condiciones meteorológicas podrían potencialmente aumentar la duración de un proyecto en un 21% (189 días), con un costo adicional de más de US$55 millones. Este tiempo extra podría reducirse en un 5,7% (51 días menos) eligiendo la mejor fecha de inicio del proyecto y ajustando las actividades a la luz de la previsión meteorológica adversa a largo plazo, generando así un ahorro potencial en términos de costos directos de US$15 millones.
Se podría suponer, erróneamente, que el viento es el viento y no se puede cambiar. Pero veámoslo desde una perspectiva diferente. El viento sopla por sobre los 48 km/h durante más del 20% de las horas de trabajo del día (ocho horas), durante 1,6 horas. Ahora, ¿soplará el viento 1,6 horas de forma continua y las 6,4 horas restantes serán adecuadas para trabajar? No, porque el viento es muy irregular y estas 1,6 horas podrían extenderse fácilmente a lo largo de todo el día, haciendo que ese día no sea seguro.
Nos gustaría cambiar el viento para que no afecte a nuestros proyectos. Por supuesto que no podemos, pero podemos asegurarnos de que nuestra organización no sea la que cubra los costos asociados a los efectos de éste. La empresa que tiene los registros de viento más fiables y precisos tiene una ventaja increíble sobre las que no los tienen.
Previsión, gestión y seguridad
Mantener registros de viento confiables a largo plazo vale la pena, ya que la organización que usa esos registros puede obtener perfiles a largo plazo más precisos para proyectos futuros utilizando pronósticos regresivos y perfilar las distribuciones del viento en proyectos.
El monitoreo y pronóstico del clima es esencial para programar cuándo se llevarán a cabo las actividades y para la toma de decisiones inmediata. En términos de datos de viento, es esencial evaluar el impacto del clima en los equipos que operan en altura, poe ejemplo en grúas torre. Las mediciones a nivel del suelo en el sitio de construcción no reflejan las condiciones reales para estructuras altas y grúas torre de 250 metros.
Los dos mapas de velocidad del viento muestran cómo el monitoreo de las condiciones del viento a la altura de la grúa presentará una imagen muy diferente respecto de los datos recopilados a nivel del suelo. La velocidad del viento aumenta con la altitud.
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Las ráfagas son aumentos repentinos en la velocidad del viento y pueden comenzar en segundos. Son muy peligrosas en los sitios de construcción, provocando movimientos imprevistos en materiales y objetos; pérdida de equilibrio por parte de trabajadores; daños a diferentes elementos, etc.
Las operaciones de elevación deben suspenderse si el clima se vuelve desfavorable, ya que las ráfagas pueden desestabilizar fácilmente una grúa. Incluso ráfagas de 30 nudos o 56 km/h pueden retrasar actividades como se señalaba anteriormente.
Asimismo, los accidentes producto de actividades y condiciones inseguras pueden ser agravados por el clima adverso. La falta de advertencias adecuadas para tomar medidas preventivas completas, una evaluación deficiente o la falta de comunicación del riesgo climático por parte de la administración, también es un factor importante.
El costo de la construcción después de un accidente es alto. El costo directo de los accidentes para los empleadores se ha calculado en unos US$508,6 por empleado al año. Supongamos que un pequeño contratista tiene 30 empleados. Con un solo accidente al año, que estadísticamente es muy probable, el costo sería: 30 funcionarios x US$508,6 = US$15.258 al año. Cabe señalar que esta es una cifra conservadora.
Se ha calculado que por cada US$1 de costo directo debido a un accidente se generan US$2,12 de costos indirectos. Esto podría convertir el ejemplo de US$15.258 a más de US$47.000 por año, para el mismo pequeño contratista.
A la luz de lo anterior, la predicción y el seguimiento precisos y oportunos del clima, en particular el viento a la altura de la grúa, es esencial para reducir el riesgo de accidentes en el sitio. El acceso a estos datos ‘en vivo’ por parte de todo el personal clave mejoraría en gran medida las líneas de comunicación y permitiría tomar decisiones con rapidez, reduciendo el riesgo y ahorrando dinero y vidas.
Las ilustraciones a continuación muestran datos de monitoreo de windcrane.com recopilados de 100 grúas en el Reino Unido. Los diferentes niveles muestran el porcentaje de grúas por día del año con días en los que el viento sopló a más de 48 – 56 km/h.
Los pequeños cambios y las decisiones sobre la interpretación de los datos eólicos pueden tener un gran impacto en los proyectos de construcción. Es fácil pensar que ‘mi proyecto solo se detendrá si el viento supera los 48 km/h y el 30% del día’; el desafío con ese pensamiento es que el viento no funciona de manera lineal. Puede ser que se mantenga bajo los 48 km/h la mayor parte del tiempo y una ráfaga de viento rápida de 64,8 km/h sería suficiente para crear una situación de pánico, o peor aún, un accidente.
Asimismo, hay que tomar en consideración que existen áreas en las que distintas compañías pueden percibir el viento de manera favorable o desfavorable de acuerdo con sus prioridades, generando disputas. De ahí la necesidad de tener datos empíricos de viento en las grúas que permitan adelantarse a cualquier ambigüedad en términos de cómo afrontar el clima.
Reclamaciones meteorológicas y contractuales
Un seguro adecuado puede cubrir a los contratistas por algunas de las pérdidas derivadas del impacto del clima adverso, pero generalmente no cubren las demoras causadas al proyecto. Si un proyecto se retrasa debido a condiciones climáticas extremas, el contratista puede solicitar una extensión de tiempo para que no se le apliquen sanciones financieras. Para esto, la mayoría de los contratos de construcción utilizan el término condiciones climáticas “excepcionalmente adversas”.
Utilizando datos históricos como punto base, los informes meteorológicos de tiempo de inactividad que utilizan mediciones precisas de la altura exacta de la grúa en el sitio pueden, por ejemplo, demostrar que X horas de viento por encima de este nivel en un mes determinado es “excepcional”, lo que permite al contratista evidenciar una reclamación de prórroga.
Sea inteligente con el clima
Cualquiera que sea su causa, los retrasos tienen un impacto negativo en la rentabilidad y conducen a márgenes reducidos, sin considerar la pérdida de reputación y las relaciones públicas negativas.
La inversión en un sistema confiable y preciso de monitoreo y reporte del clima en el sitio, incluido el monitoreo del viento a la altura de la grúa, es esencial para comprender y mitigar el costo real del clima y permite, entre otras cosas:
- Evaluar el impacto negativo del clima en la secuencia y duración proyectadas del contrato para que esto pueda tenerse en cuenta en los cálculos de la licitación.
- Optimizar las fechas de inicio del proyecto para reducir el impacto de condiciones desfavorables.
- Ajustar la secuencia de actividades in situ, pedido de materiales y asignación de recursos.
- Prevenir y evaluar las condiciones en obra, lo que permite tomar medidas proactivas para reducir retrasos, proteger los materiales almacenados y las estructuras vulnerables y reducir el riesgo de actividades inseguras.
- Registrar las condiciones reales en el sitio para respaldar las reclamaciones por la extensión del tiempo.
El control de los datos meteorológicos va más allá de la reducción de retrasos en los proyectos.
ACERCA DEL AUTOR Eduardo Estelles comenzó a monitorear el viento para las turbinas eólicas hace casi 20 años y ha estado monitoreando de cerca el impacto del viento en las grúas durante los últimos 10 años. |